Maternidad y el duelo como mujer
Esta entrada del blog se me ha ido alargando un poco en el tiempo porque me sobrevenía a la mente muchas ideas y pensamientos pero no tenía muy claro cómo expresarlas. Ahora que me siento a escribir estas líneas comparto el escritorio con mi hijo que pinta y escribe a mi lado sobre uno de sus dibujos preferidos. Volviendo al tema del título de esta entrada y que hoy deseo compartir y sobre el cual, en muchas ocasiones, he reflexionado y sentido; mi interés es poder hablar (desde mi experiencia y vivencia) del duelo que vive o puede vivir una mujer respecto de sí misma cuando es madre. Es obvio que una parte de nosotras muere para dejar brillar otra nueva que irá floreciendo y desplegándose a medida que vayamos transitando por el camino de la maternidad; pero antes vivimos un duelo porque nos despedimos de ciertas formas de vivir ya que nuestra vida comienza a cambiar (alimentación, vida social, nuestra parte femenina y hormonal se altera conllevando en muchas ocasiones una montaña rusa emocional que nos lleva a quedarnos en casa cuando nuestros amigos están fuera, etc...).
La maternidad es una etapa preciosa, maravillosa e increíble pero a la vez compleja y, por momentos, dura (creo que estarás de acuerdo conmigo en esto). Te estarás preguntando que porqué digo esto si la llegada de un hijo o hija es motivo de celebración, ¿verdad?. Y así es, por supuesto, y de ello no me cabe la menor duda; pero desde el primer momento en el cual eres consciente de estar embarazada se despliegan un sinfín de emociones y sensaciones que van arraigando conforme va avanzando el embarazo pasando desde la ilusión y la alegría al miedo, la duda, la tristeza, inseguridad ...vamos yendo y viniendo en este vaivén emocional como en un movimiento oscilante de avance - retroceso. Y qué es el duelo, sino ese mismo movimiento de subida y bajada que te abre las puertas a vivir de pleno todo aquello que ronda por nuestra cabeza y que se traduce en emociones y sentimientos.
Convertirse en madre es lo más bonito que existe para una mujer que desea tener descendencia y vivir la experiencia, pero que la vida cambia totalmente tal y como he comentado anteriormente no es una novedad… aunque quizás el cambio nos sorprenda mucho más de lo que nos pensábamos antes de ser madres. Un bebé desde que llega a nuestro mundo a través de nosotras cambia nuestra vida por completo y ya nada tiene que ver a la vida de antes de ser madre. De hecho, se convierte en nuestro centro al poner nuestra atención en él o en ella para que sus necesidades estén cubiertas y ya todo es para el/la bebé; el niño o la niña conforme van creciendo.
Recuerdo uno de los comentarios que me hizo la recepcionista de mi ginecólogo cuando fui a la revisión del principio del embarazo y fue: “desde el momento en el cual te enteras que estás embarazada ya no vas a dejar de preocuparte para el resto de tu vida”. Esto me hizo pensar y me viene a la mente muchas veces porque en parte siento que es cierto, sobre todo, cuando son pequeños.
Ser madre supone un cambio en la mujer a taaaaaantos niveles que es imposible no vivir duelos en diferentes áreas de tu vida; pero es muy importante y necesario no encerrarse en el papel de madre constante porque ello hace que nos desconectemos de nuestra parte femenina, de nuestra pareja ( yo tardé en darme cuenta de esto, la verdad), de esa mujer que socializaba con sus amigas, salía a tomar café sola o acompañada, cuidaba su aspecto físico y se nutría de leer un libro, de irse de viaje con su pareja, de ver una película, de regalarse un masaje o de dejarse caer en el sofá y ver los minutos pasar...vamos, la lista puede ser larguísima. Cuando un nuevo miembro a la familia llega todo esto se pone en modo “PAUSA” hasta que vuelves a apretar el botón de re-iniciar si es que lo haces.
Volviendo al duelo y a lo que supone la maternidad la mujer que es madre, por regla general, suele ser la que pausa su vida a nivel laboral, social, familiar y un largo etcétera… ¿que esto es así al principio? sí, ¿que luego cambia y una se va organizando y todo va más relajado? también, pero el cambio que conlleva (en muchas ocasiones aparece la depresión postparto) hay que vivirlo sí o sí. El sentimiento que se deriva de “mala madre” con su correspondiente torrente emocional (no siempre, es cierto, pero abunda en muchas de nosotras) cuando tenemos que separarnos de nuestro peque a los 4 meses de edad o un poco más tarde pero se da... yo pude estar con él hasta los 2 años de edad pero no fue una decisión fácil e incluso, a veces, incomprendida y cuestionada por el entorno que consideraba que podía ya reincorporarme al mundo laboral y dejarlo en la guardería. Sin embargo, dentro de mí la idea de estar con él anidaba de tal manera y con tanta seguridad que, incluso antes de nacer me dije a mí misma que hasta sus dos años no iba a trabajar y, la vida, como no... así me lo concedió... justo el día que cumplió 2 años, yo comencé a trabajar. Cuando un@ sabe qué es lo que quiere y la claridad es absoluta y firme, así se le concede (pero esto conlleva traspasar el miedo al qué dirán, cómo me van a ver, estar sin trabajar un tiempo, la economía, etc etc etc...un trabajo interno y, a veces, doloroso que lleva su tiempo). ¿Vale la pena? TOTALMENTE.
La llegada de mi hijo fue, es y será el regalo más increíble que la vida podía concederme y que haré tooooodo lo posible y esté en mi mano mientras lo acompañe; pero igual de importante es no abandonarme como mujer y ponerme en segundo o a saber qué plano dentro de la familia para cuidar siempre al otro antes que a mí. Esto es algo fundamental, necesario y a tener siempre presente en mi día a día…¿cuesta? no, ¿que tenemos inseguridad o resistencia a priorizarnos por X motivo? puede ser… Pero de tí y sólo de tí depende volver a reconectar con esa parte que quedó apartada. De esta manera, nutrirás tus necesidades personales, te sentirás a gusto contigo misma porque te atiendes, te priorizas y la maternidad no se sentirá como una losa y la disfrutarás, seguro, mucho más y de una forma más plena.
** Por favor, todo lo que comparto en mi web es desde mis propias experiencias de vida y desde mi sentir. Si algo te resuena y te sirve maravilloso pero, si por el contrario, no resuena contigo no pasa nada y también es perfecto. Busca lo que te haga sentir en paz y adelante con ello.
Fotografía de mi archivo personal :)